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Revisaste la impresora, las tintas y el papel, también la temperatura y presión de la plancha, limpiaste el artículo a estampar y comprobaste 40 mil veces que todo estaba perfecto, pero al abrir la plancha y retirar el papel con las manos temblorosas por la tensión... No, otra vez nooooo...!

Con la sublimación se pueden llegar a obtener resultados sorprendentes, pero al mismo tiempo esta técnica puede también en ocasiones poner a prueba hasta las almas más tranquilas. ¿Estás a punto de tirar la toalla? Dale una oportunidad más, quizá te podamos ayudar...


Problema: La imagen se imprime bien pero al transferirla al objeto queda como borrosa y/o difuminada.

Causa: El tiempo del planchado es demasiado largo, el objeto se sobrecalienta y esto provoca que la tinta se disipe y por lo tanto se difuminan los bordes y detalles.

Solución: Reduce el tiempo de planchado hasta encontrar el ajuste adecuado a tu plancha.


Problema: La imagen se imprime bien pero al transferirla al objeto los colores pierden fuerza o intensidad.

Causa: El tiempo de planchado es demasiado corto el objeto no alcanza la temperatura adecuada y la tinta no se transfiere en óptimas condiciones.

Solución: Aumenta el tiempo de planchado hasta encontrar el ajuste adecuado a tu plancha.


Problema: Una vez realizada la transferencia aparecen zonas en el diseño con poca tinta, zonas con menos contraste o nada de tinta.

Causa: La plancha no tiene la misma temperatura en toda su superficie o no presiona uniformemente el objeto de tal manera que este adquiere más temperatura en unas zonas que en otras.

Solución: Este problema ocurre con mayor frecuencia cuando se usan planchas térmicas de baja calidad. Hay varias posibles soluciones, la más sencilla sería aumentar la presión y otra en el caso de la cerámica es girar la pieza, es decir si el tiempo de planchado es de 300 segundos primero plancharemos 150 segundos en la posición inicial, transcurrido el tiempo abrimos la plancha giramos la pieza 180 grados (no voltear) y volvemos a planchar durante los 150 segundos restantes.


Problema: La imagen no se transfiere al artículo.

Causa: Si esto sucede algo no estás haciendo bien:

  • No estás usando papel especial para sublimación.
  • No estás usando tintas especiales especiales para sublimación.
  • Artículo no preparado para sublimación.
  • Tejido que no es de poliéster (o con al menos un 65% de este) por lo tanto no es apto para ser sublimado.

Solución: Reduce el tiempo de planchado hasta encontrar el ajuste adecuado a tu plancha.


Problema: Aparece una especie de doble imagen o imagen fantasma.

Causa: El papel se ha movido durante la transferencia y/o al retirar el papel este a entrado accidentalmente en contacto de nuevo con el objeto aún caliente y ha transferido levemente su diseño.

Solución: En los objetos rígidos utiliza celo térmico para unir el papel de sublimación a la pieza o adhesivo para sublimación en el caso de los tejidos para evitar que se mueva. Debes tener precaución en el momento en que retires el papel de la pieza caliente de que no entre de nuevo en contacto con él, puesto que si esto sucede aunque sea por unos segundos la tinta se transferirá a zonas no deseadas.


ProblemaEl fondo blanco de la pieza o del tejido ha amarilleado tras la transferencia.

Causa: Tiempo de planchado demasiado largo, esto provoca que la superficie del objeto se queme levemente y como consecuencia comience a amarillear.

Solución: Reduce el tiempo de planchado hasta encontrar el ajuste adecuado a tu plancha.


Problema: Los colores transferidos al objeto distan mucho de los de la imagen original.

Causa: No haber instalado o usado el perfil de color suministrado por el fabricante. Excepto las impresoras Sawgrass el resto, como las Epson no han sido fabricadas para tal fin, sino que son impresoras de inyección de tinta normales adaptadas a este proceso principalmente sustituyendo sus tintas por las de sublimación. Los tonos, pigmentos y colorantes de las tintas de sublimación son diferentes a los de las tintas al agua que equipa la impresora y es por esto que el perfil de color de la impresora original a menudo no es válido.

Solución: Instala a tu impresora los perfiles de color que suministra cada fabricante de tinta de sublimación.


Problema: Tras sublimar aparecen pequeñas motas por toda o algunos lugares de la zona planchada.

Causa: El papel o el artículo tienen pequeñas motas de polvo depositado en su superficie que al planchar se han sublimado sobre el objeto o al revés, que han impedido que se sublime todo el diseño uniformemente.

Solución: Limpia bien el artículo antes de ponerle el papel y en el caso de telas pasa antes un quita pelusas.


Problema: (Solo para sublimación sobre textiles) El papel se marca sobre el tejido tras el planchado.

Causa: La presión es demasiado alta.

Solución: No hay un método infalible para solucionar esto, pero sí un par de cosas que se pueden hacer para intentar que se marque lo menos posible. Plancha con la menor presión aceptable o rasga los bordes de la hoja impresa.


Problema: (Solo para sublimación sobre textiles) El tejido se encoge al plancharlo y provoca que la imagen quede borrosa o movida.

Causa: Todos los tejidos sintéticos como el poliéster encogen al aplicarles calor, es un comportamiento normal del material y que lo haga en mayor o menor medida dependerá del tipo de punto de éste.

Solución: Plancha exactamente durante el tiempo precioso para que el resultado sea aceptable, ni un segundo más. Trabaja con una presión alta para evitar en la medida de lo posible que el tejido se mueva. Si un objeto puede transferirse a 190 °C mejor que a 200 °C, puesto que a más temperatura mayor encogimiento del tejido. Usa adhesivo para sublimación SubTack para evitar que el papel se mueva. Pre-planchar el tejido antes de sublimarlo para que encoja en ese momento y no durante la transferencia.


Problema: (Solo para sublimación sobre cerámica) La pieza se rompe al cerrar la plancha o durante el proceso de planchado.

Causa: La presión es demasiado alta o la pieza estaba ya defectuosa antes del planchado.

Solución: Revisa las piezas antes de sublimar y disminuye la presión de la plancha si fuese necesario.


Problema: (Solo para sublimación sobre cerámica) La transferencia es correcta, pero una vez se enfría la pieza y al transcurrir un tiempo los bordes del diseño empiezan a difuminarse y aparecen machas de tinta en las áreas sin tinta.

Causa: Como bien sabemos, en esta técnica la tinta se transfiere por calor al objeto, en ocasiones si no disipamos el calor residual que queda tras el planchado de la pieza la tinta sigue desplazándose por la superficie de la misma.

Solución: Después de finalizar el planchado y tras haber retirado el papel, sumerge lentamente la pieza en agua a temperatura ambiente hasta su enfriamiento total, con esto conseguimos bajar la temperatura de la cerámica y cortaremos el proceso de sublimación.


Problema: (Solo para sublimación sobre cerámica) La pieza se ha roto al introducirla en el agua para ser enfriada.

Causa: Como sabemos la pieza la planchamos a unos 200 °C, si la introducimos bruscamente en el agua el choque térmico es tan fuerte que acabará rompiéndola o resquebrajándola.

Solución: Introduce la pieza lentamente y de forma progresiva para evitar roturas.


        

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